Se presenta normalmente la azurita bajo el aspecto de cristales prismáticos alargados o tabulares, a veces con muchas caras y estriados o tabulares, o bien formando agregados de estructura radiada. También se encuentra en masas compactas granulares, terrosas o reniformes y formando pátinas sobre las rocas. Es de color azul profundo e intenso y con un brillo vítreo que tiende en ocasiones hacia adamantino. Al rayar su superficie se produce un polvillo en tonos azul claro.
Entre sus propiedades físicas más destacables hay que señalar su pesadez, fragilidad y dureza intermedia. Es soluble en amoniaco y produce una intensa efervescencia al tratarla con ácido clorhídrico diluido. Al calor de la llama funde con facilidad, adquiriendo al final del proceso un color negruzco debido a la intensa pérdida de agua.
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