viernes, 11 de julio de 2014

BISMUTO



El aspecto más frecuente bajo el que se presenta el bismuto es en forma de masas laminares o agregados de aspecto arborescentes y color rojizo, con alteraciones superficiales de tonos iridiscentes. Las formas cristalinas son muy raras e imperfectas y por este motivo y para fines coleccionístico se recurre a la recristalización artificial, proceso consistente en la fusión en crisol del bismuto puro y posterior enfriamiento brusco; gracias a esta técnica se consiguen unas masas romboédricas en forma de torretas o peldaños a las que la oxidación brusca proporciona unos tonos iridiscentes, tal como muestra el ejemplar que ilustra esta ficha.
Entre sus propiedades físicas destacan su bajo índice de fusión, que se sitúa en torno a los 270º C; la facilidad con que se disuelve en los ácidos, especialmente en nítrico; y la posibilidad de reducirlo a polvo por simple percusión en un mortero. Otra característica que deben mencionarse son su gran densidad y su fácil combinación con otros metales, tales como el plomo o el estaño.

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