Se presenta bajo el aspecto de cristales aciculares o tabulares de color azul intenso, frecuentemente asociados en grupos o bien dispuestos en forma de costra, aunque también pueden aparecer en forma de masas compactas amorfas de apariencia terrosa y color azul cobalto.
Entre las propiedades físicas de la linarita las más destacables son su perfecta exfoliación, sólo visible en los grandes cristales, su fractura concoidal y el que sea un mineral blando y muy pesado. Cuando se machaca en el mortero o se raya de un polvo de color azul celeste y al ser observado a la luz da un brillo adamantino o subadamantino. Cuando se pone en contacto con la llama del soplete funde fácilmente, crepitando y tomando la masa asi obtenida un color negruzco. Es soluble en ácido nítrico diluido.
La linarita aparece en la zona de oxidación de la parte superficial de los yacimientos de plomo y cobre, asociada a otros minerales secundarios como la anglesita, la cerusita, la brocantita, la malaquita y la caledonita. Se encuentra en numerosos yacimientos, entre los que merecen destacarse: Tsumeb, en el África de Sudoeste, donde aparecen cristales de extraordinaria belleza.
El interés económico de este mineral es escaso, sin embargo, la relativa rareza de los cristales bien formados hace que en el mercado de coleccionistas alcance un alto valor. También tiene interés didáctico y científico.
SABÍAS QUÉ...
A pesar de que se descubrió en España, la linarita es un mineral raro en nuestro país. En otros tiempos se obtenía en las minas de Linares (Jaén), de donde tomó su nombre, pero hoy en día están agotadas.
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