Por lo general, la forma que adquieren sus cristales es la de pequeños octaedros perfectos, las más de las veces maclados; tampoco son raros los agregados de gránulo redondeado, y es por el contrario muy rara la forma cúbica. Su color puede adquirir distintas tonalidades, del pardonegruzco hasta el azulado y del incoloro al rojo rubí. Al rayar su superficie se produce un polvillo de color blanco.
Entre sus propiedades físicas más patentes destacan su gran dureza y densidad, así como la gran resistencia que presentan sus cristales a la exfoliación. Con mucha frecuencia, el mineral presenta impurezas, sobre todo de hierro, denominándose entonces pleonasta, o de cromo, adquiriendo entonces el nombre de picotita.
Su ambiente de formación está normalmente asociado a rocas metamórficas de contacto, en especial las dolomías ricas en magnesio y aluminio; también aparece en rocas ultrabásicas magmáticas que se hayan visto sometidas a elevadas presiones. Dada su resistencia y dureza no es raro encontrarla en las arenas de las orillas de tipo fluvial o marino.
Uno de sus principales yacimientos esta en Madagascar.
Aparte de su interés científico y como piedra de colección la espinela ha encontrado un notable uso como piedra de joyería; en este sentido solo alcanza un valor medio.
¿SABIAS QUÉ...?
Muchos reputados rubíes, como el conocido "Príncipe Negro", guardado entre la gemas de la Corona Británica, no es tal sino una variedad de espinela, que por su rareza y bello colorido también alcanza un alto precio.