Se presenta la eritrina formando pequeños cristales prismáticos aciculares o tabulares, a menudo reunidos en agregados fibrosos o en forma de estrella; más raramente aparece en masas de aspecto terroso o en costras pulverulentas. Los cristales, de color carmesí, rojo púrpura o rojo violáceo, son entre transparentes y traslúcidos y con un brillo vítreo, o incluso madrepórico sobre las superficies de exfoliación. Superficialmente se hallan alterados y adquieren un color gris perla. Al rayarlos se produce un polvillo de tonos rosados.
Entre sus propiedades físicas hay que destacar que es un mineral muy blando, pesado y que se exfolia perfectamente dando lugar a delgadas laminillas flexibles. Se disuelve en los ácidos produciendo una solución de color rojo y también funde con extraordinaria facilidad, adquiriendo una tonalidad azulada antes de la fusión total.
La eritrina se origina como producto de alteración superficial de los minerales de cobalto y aparece en la zona de oxidación de los yacimientos de este metal, a menudo recubriendo la mena en forma de costra. Suelen aparecer acompañado de safflorita, cobaltina, skutterudita, simplesita, adamina, escorodita, malaquita y azurita. Los cristales de mayor tamaño, aunque no siempre los de mayor belleza, se han encontrado en Bou Azzer (Marruecos).
¿SABIAS QUÉ...?
La utilidad que se suele dar normalmente a la eritrina y para la cual resulta excelente es como mineral guía encargado de detectar las pequeñas mineralizaciones de cobalto diseminadas en las rocas.
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