Se presenta bajo el aspecto de masas de color claro, amarillento o rosado, con una textura concrecional fibrosa tendente a vacuolar. Carece de ningún tipo de estratificación, pero sí presenta pequeñas bandas estrechas, diferenciadas pro la concentración de impurezas o por el tamaño de los granos. El componente principal del travertino es la calcita o el aragonito, pero frecuentemente también presenta impurezas de limonita.
El travertino se origina en ambientes de limonita, tales de tipo fluvial o de caverna y en valles rápidos y cascadas con aguas ricas en carbonato cálcico en disolución, debido a la notable pérdida de anhidrido carbónico que se produce en aquéllas por efecto de la agitación. Normalmente aparecen en terrenos del Cuaternario y, a menudo, contienen fósiles y huellas de restos vegetales (hojas, tallos...). Los mayores depósitos de travertino se localizan en numerosas regiones italianas.
Rocas muy similares al travertino y pertenecientes al mismo grupo son las denominadas tobas calcáreas y los alabastros calcáreos. Los primeros se diferencian del travertino por ser más porosos, ligeros y menos concrecionados, mientras que los segundos son compactos, a menudo con una bella zonación de color y se originan por fenómenos de disolución y redeposición de la calcita en regiones cársticas con numerosas corrientes subterráneas. Los alabastros de tipo calcáreo aparecen representados en la naturaleza por las estalactitas, estalagmitas y depósitos análogos.
SABIAS QUÉ...
En cuanto a su utilidad, el travertino se emplea como piedra para la construcción, los revestimientos y las pavimentaciones. Los alabastros calcáreos se utilizan en láminas pulimentadas y objetos ornamentales.
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