Este mineral, llamado también actinota, está compuesto por un 10 por ciento de óxido de hierro y cantidades variables de magnesio.
En cuanto a su aspecto, puede presentarse formando cristales prismáticos alargados o agregados fibrosos semejantes al amianto. Es de color verde más o menos oscuro y tiene un brillo vítreo. Al rayar su superficie se produce un polvillo de color verdoso.
Entre sus propiedades físicas hay que señalar la facilidad con que se funde al acercarle un mechero.
Por el contrario, es prácticamente insoluble en cualquier ácido.
Normalmente se origen se encuentra en las rocas metamórficas, aunque también existe en menor cantidad en rocas de tipo eruptivo, como el gabro. La actinolita aparece en ocasiones asociada a distintos minerales, como son el talco, la mica, la calcita y la epidota.
Dependiendo de su procedencia, se distinguen dos variedades: la esmaragdita, de color verde esmeralda y aspecto de fieltro, la nefrita, que se presenta en agregados compactos de color verde grisáceo.
Es un mineral de gran interés científico, así como para los coleccionistas. La variedad denominada nefrita se utiliza también para trabajos ornamentales en joyería.
SABIAS QUÉ...
La nefrita, debido a su tenacidad y a la facilidad que ofrece al tallado, fue utilizada junto con la jadeíta por los hombres prehistóricos para la preparación de armas e instrumentos diversos de muy diferentes utilidades.
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