jueves, 6 de junio de 2013

ARCILLA: " Base de la industria cerámica"



Mineralógicamente, las arcillas son rocas de gran complejidad, pues tanto su origen como sus constituyentes esenciales son muy variables. En esencia, todas son el resultado de la alteración superficial de otras rocas preexistentes, en las que existían en proporción considerable minerales del tipo de los aluminosilicatos. Como estos depósitos están formados por matriales poco coherentes y como las partículas arcillosas son de pequeño tamaño, pueden ser arrastradas en suspensión por las aguas, tanto marinas como continentales. Cuando estas aguas quedan en reposo, las arcillas se precipitan, dando así origen a las arcillas sedimentarias. Este transporte origina rocas de tipo muy diverso, desde las muy puras y de color blanco, como los caolines, a las más complejas, como las montmorillonitas.
Sus aplicaciones prácticas son muy numerosas; así, las de grano más fino y color blanco, una vez moldeadas y deshidratadas tras el horneado, son la base de las conocidas lozas y porcelanas; las de tipo más basto y coloración rojiza, amarillenta o parda, tienen gran aplicación en la construcción y con ellas se fabrican tejas, ladrillos y conducciones de agua. Otras, dada su resistencia al fuego, son elementos indispensables en la elaboración de altos hornos y moldes de fundición; por último, un tipo especial de arcilla, conocida como montmorillonita, sirve para eleiminar sustancias perjudiciales de algunos productos, para desengrasar las lanas o para la purificación y decoloración de las gasolinas.

¿SABIAS QUÉ...?
La tierra de diatomeas, un tipo especiald e arcilla formada en su mayor parte por caparazones de seres microscópicos marinos, es uno de los componenetes de la dinamita, junto con la nitroglicerina.

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