Entre sus propiedades físicas cabe destacar que es un mineral blando y fácilmente soluble en ácido clorhídrico muy diluido. Algunas variedades al ser iluminadas con luz ultravioleta, adquieren una luminosidad que permanece en el cristal durante cierto tiempo (fosforescencia). Calentando a 900ºC y a presión normal se disocia en óxiso de calcio y anhídrido carbónico.
Se puede originar casi por cualquier proceso mineralógico, siendo uno de los minerales más abundantes en la naturaleza. Además posee innumerables usos: los cristales más puros se emplean en la construcción de prismas polarizadores para microscopios de mineralogía; las masas compactas se aplican en la construcción (cemento, cal, piedras ornamentales), en metalurgía y en la industria química y de fertilizantes. También son muy apreciadas algunas otras formas de calcita, como el mármol en escultura o la caliza litográfica en estampación. Por último, las rocas sueltas se utilizan en la mayoría de las ocasiones para pulir o en la fabricación de barnices.