Se caracteriza por tener granos cristalinos de gran grosor, a veces de varios centímetros e incluso metros. La composición química es muy similar a la del granito, predominando los feldespatos en grandes placas, las cuales incluyen a su vez cristales prismáticos de cuarzo en disposición paralela. También son característicos de la pegmatita los minerales ricos en componentes volátiles, tales como las micas, la espodumena, la turmalina, el apatito, el berilo y las tierras raras. Según la mayor o menor abundancia de minerales accesorios las pegmatitas pueden dividirse en simples o complejas; estas últimas son fáciles de reconocer porque presentan una zonación concétrica según la cual, a medida que las bandas se acercan al centro, el tamaño del grano aumenta.
La pegamtita se origina al final de la cristalización masiva de las rocas, a partir de los elementos volátiles restantes y de los elementos que no pueden ser incluidos en la red de los elementos petrográficos normales. Por este motivo aparece normalmente en forma de filones, troncos o inclusiones en las secuencias de los granitos y en otras rocas como los grabos, las sienitas o la nefelinita. Las localidades más célebres son: Madagascar, Minas Gerais (Brasil)
El interés práctico de la pegmatita es muy grande, pues en su seno se localizan grandes cristales de minerales de importancia industrial como es el caso de la ortosa, la moscovita, la espodumena o el berilo.
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