jueves, 23 de mayo de 2013

ANALCIMA: " Abundante, bella, pero sin uso práctico"




El aspecto de sus cristales es de trapezoedros o cubos muy bien formados, transparentes u opacos y con brillo vítreo. Las tonalidades son variables: incoloros, blanquecinos, rosados e, incluso en raras ocasiones, grises con reflejos verdosos. También pueden encontrarse en la naturaleza formando agregados radiados o masas compactas finamente granuladas. Es bastante frecuente hallar en este mineral incrustaciones de leucita, sodalita y nefelina. En todas sus formas, al rayar la superficie del cristal se produce un polvo de color blanco.
Las cualidades físicas más destacables de la analcima son su dureza, fragilidad y ligereza. es fusible a la llama, a la que colorea con tonos amarillentos debido al sodio que forma parte de la composición del mineral, y éste al final del proceso se convierte en un vidrio incoloro. También se puede descomponer por la acción del ácido clorhídrico, dando como producto final sílice gelatinosa. Al frotar o calentar ligeramente los cristales se cargan de electricidad.
La analcima aparece frecuentemente en cavidades de rocas intrusivas y volcánicas, así como en las masas de fondo de numerosos tipos de lavas, como producto secundario de la transformación de la nefelina; en este último caso aparece siempre asociada a calcita y zeolita. también puede presentarse en algunas rocas sedimentarias de tipo arcilloso o arenoso.
A pesar de su abundancia, el único interés que posee es como material de estudio para los geólogos.

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