Término general que se emplea para designar a las rocas compuestas principalmente de hidróxido de aluminio.
El aspecto más frecuente bajo el que se presenta la bauxita es formando masas terrosas de distinto color según los minerales que predominan: cuando son puras presentan una coloración blanca o sustancias bituminosas adquieren tonos rojizos o pardos. Muy raramente se encuentra en forma de cristales aislados pertenecientes a los componentes más habituales (gibbsita, bohemita y diáspora). En general se puede describir como una roca de apariencia opaca con las superficies pulverulentas y frecuentemente con moteaduras.
Sus propiedades físicas vienen marcadas por las de los minerales que la componen, pero en términos generales la bauxita se puede considerar una roca blanda, ligera, frágil, cuya fractura presenta un aspecto terroso. Es insoluble en sustancias ácidas y tampoco funde al calor de la llama.
La bauxita se origina como material sedimentario residual, derivado de la concentración de aluminio que se produce después de la disolución de las rocas carbonatadas o a partir de las de los silicatos en regiones de clima subtropical. Las más apreciadas, pobre en hidróxidos de hierro, recubren rocas con abundancia de alúmina (hidróxido de aluminio), como sienitas y sienitas con feldespatoides.
¿SABIAS QUÉ...?
Entre las principales aplicaciones de la bauxita cabe destacar la extracción metalúrgica de aluminio, la preparación de corindón sintético (rubíes) para relojes y la de materiales refractarios de aluminio.
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