También denominada esfalerita, se encuentra a veces asociada a sulfuros de metales preciosos como la plata. Se presenta la blenda en forma de cristales tetraédricos de bordes redondeados o también en masas de estructura compacta o fibrosa. Su color es variable entre el amarillo y el pardo rojizo, aunque si el mineral contiene hierro su apariencia es más negruzca. También se pueden encontrar ejemplares de tonalidades rosas, verdes o incoloras. Los cristales, que pueden ser transparentes o traslúcidos, poseen un brillo entre resinoso y adamantino. Al rayar su superficie se produce un polvillo blanco con ligeras tonalidades amarillas o pardas.
En cuanto a sus propiedades físicas, hay que señalar que es un mineral muy frágil y perfectamente exfoliable; se disuelve en ácido clorhídrico, desprendiéndose durante el proceso vapores de sulfhídrico fácilmente reconocibles por su mal olor. En estado puro no fundo al calor, pero a medida que aumenta su contenido en hierro también aumenta su grado de fusibilidad.
La blenda aparece normalmente asociada a otros minerales como son la galena, pirita, baritina, fluorita y calcopirita en filones hidrotermales y pegmatíticos; también se la puede encontrar con cierta frecuencia en yacimientos sedimentarios y metamórficos.
Su importacia industrial es grande, ya que constituye la fuente principal para la obtención de cinc, componente fundamental del latón y de otras importantes aleacciones industriales; como subproductos durante el proceso de obtención del cinc se extraen otros minerales, como el cadmio, el galio y el indio.
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